Mediante las prácticas se nos empieza a mejorar la salud, porque empezamos a tomar muchísima agua, empezamos a manejar unos horarios para comer, para dormir, aprendemos a dormir en diferentes posiciones (17 básicas y 30 colaterales). La manera de dormir refleja el estado de tu conciencia. Uno no puede dormir, perdónenme, con todo el cariño y el amor, uno no puede dormir como un chancho. Se acuesta en una posición y se revuelca toda la noche, y se levanta y dice: ¡Ay!, ¡Pasé una noche!… Y resulta que eso es, simplemente, el reflejo del estado de tu conciencia.

A la gente no le gusta que uno le diga: “Mira, para tranquilizar el espíritu, ¿por qué no le ayudas a dormir de esta forma?…” ¡Eso suena increíble! ¿Eso cuando se había oído?… Y es que ¿Qué tiene que ver mi manera de dormir con el espíritu? Todo. Porque un espíritu: disperso, confuso, difuso e iluso, se revuelca toda la noche, porque la conciencia está inquieta, porque la loca está apoderada de ti, y no puedes dormir tranquilo, sosegadamente… como un ser divino original, en un estado cataléptico, toda la noche. El dormir, refleja mi estado de conciencia. Mi masticar, refleja mi estado de conciencia. Mi deposición, mi popó, refleja mi estado de conciencia.

Tenemos técnicas para dormir, técnicas para masticar (hay 33 puntos fundamentales para masticar). Y para que nos mejore el popis, tenemos que aprender a masticar lo más líquido y acuoso posible los alimentos; porque: “dime como comes, dicen los Videntes, y te diré como haces popó”. Por masticar mal, tenemos pésima digestión, serios problemas de colon, serios problemas digestivos… Hay que aprender a dormir, aprender a comer, a caminar que es un arte, a sentarse que es otro arte, a bañarse que es otro arte. Le enseñamos a la gente como se cepilla uno el cuerpo todos los días, para que no vayan a un SPA y le arranquen el alma, el pellejo y el corazón…

 

 

Juan Felipe Pérez Moreno

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