• Dicen los Videntes que la calidad del pensamiento, la perturbación del pensamiento, la clase de pensamiento que tienes, es decir, el nivel de la loca, depende del ritmo respiratorio.
• La respiración tiene el poder, tiene la facultad, de descorrer el velo y de presentarnos la esencia de lo que somos: párvulos y semillas divinas de espiral en espiral y de sueño en sueño, sin principio ni fin…
• Somos un respirar cosido de nervios. Somos un respirar hilvanado de músculos y tendones, por lo tanto, el respirar es el hálito del Padre en mí. Es el Padre. Soy yo en Él, y Él en mí.
• Al nervio olfativo algunos Místicos lo llaman el Asiento del Padre Supremo, este nervio nace en el fondo de la nariz, arriba en el lugar más recóndito del cerebro, en uno de los 12 pares craneales que representan las 12 constelaciones, los 12 ángeles, los 12 guardianes, los 12 átomos esenciales.
• El cuello es una pieza preciosa que tenemos todos los seres humanos. Es lo que une el mundo superior, con el mundo inferior; en ese cuello, hay una serie de puertas dimensionales.
• Los movimientos que nosotros hacemos tocan frecuencias que otros ejercicios no alcanzan a tocar. La prueba de los códigos que hacemos, está en que cuando uno entra en estados Místicos Superiores, adopta esas posiciones. Una persona que viaja a otra dimensión, termina en una de estas posiciones.

 

Juan Felipe Pérez Moreno